04-04-2011

Cuando se quiso conmemorar en Europa el fin de la guerra con algo que mantuviera el recuerdo del horror del Holocausto, se hicieron varias propuestas. Por supuesto ganaron las peores, monumentos y pegotes muertos de piedra o alicaídos centros exposicionarios. Una buena y olvidada propuesta fue la de una BIBLIOTECA. Con esta historia real enlazamos nuestro anterior programa y este. El poema de los dones de Borges, nos da la entrada a varias cosas que tendremos: a la relación de los libros y la noche, por ejemplo, en forma de geniales fragmentos de «La biblioteca de noche», de Alberto Manguel, a la concepción del paraíso como una biblioteca o… al revés, como un Infierno, con «El Libro Infierno», la fabulosa obra de Carlo Frabetti. De nuevo el Gog de Papini se pregunta por la validez de los contenidos de todas las bibliotecas del mundo actual, mientras en otros lugares nos encontramos a los mismos libros organizando una revuelta para ser leídos («Huelga en la biblioteca», de Mª Fernanda Buhigas). Otra vez Borges, con su otro tigre nos da pie a que materialicemos su «Biblioteca de Babel», con todas las consecuencias que ello traerá. Y, por fin, nos preguntamos qué pasaría si la muerte nos reclamara y hubiéramos de abandonar un día nuestra amada biblioteca con tantos y tantos libros aún por leer: «Viaje al fin de los libros»… (Continuará)

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