11-07-2011

Acompañamos a Facundo Cabral en su viaje al otro lado de la tumba, acribillado en lugar del patrón para el que iba trabajar. Pobrecito Facundo. Escuchamos la primera parte de un viejo concierto suyo estructurado como un viaje en el tren de la vida y la muerte. Alternamos sus canciones y speechs con fragmentos de José Ángel Valente, de «No amanece el cantor», ciertamente apropiado, bonito y conveniente. En la segunda parte, Lizano abre las puertas de nuestro denso y humeante paseo por el mundo de la escatología. Su poema dedicado a la mierda va seguido de unas consideraciones de Juan Eduardo Cirlot acerca del simbolismo de los excrementos, por ejemplo, para el psicoanálisis y la alquimia. Aunque este tema nos ocupará gran parte del próximo programa, lo iniciamos ya con un capítulo de «Sobre héroes y tumbas», de su «Informe de ciegos», de Sabato, en el que se pone a cada canalla en su lugar y frente a su plato de mierda. Carlos Zicanelli es el autor de uno de los prólogos que os leeremos (hoy el suyo) de la gran obra clásica sobre la escatología antropológica, «Escatología y civilización», del siglo XIX. Ah, y un argumento más de Kepa Tamames sobre la defensa de los animales, junto a la lectura de la carta de Eneko, preso tras el vergonzoso montaje policial contra los activistas por la igualdad animal y contra el especismo. La semana que viene, más.

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