11-06-2012

Hoy teníamos ganas de hacer frente con nuestras lecturas a todo ese conglomerado dañino que constituye el orden establecido. Contra la corrompida concepción de los seres humanos de otras partes del mundo como nombres o números en un papel antes que como personas, leemos un relato del recién desaparecido Ray Bradbury. Contra la corrompida concepción del dinero como valor supremo, escuchamos a Manuel Pereira y Joris-Karl Huysmans. Contra la corrompida concepción de la política como engaño supremo e interesado que se basa en el disfrute del poder por el poder, acudimos al gran Ramón Ayerra -muerto hará dos años- quien nos presenta a un patético gobernador civil de Segovia, pero que podría ser cualquier otro político de hoy en día. Contra la corrompida concepción de la policía como sostén armado y acrítico, basado en la impunidad, de todo lo nombrado anteriormente, traemos un fantástico relato de Richard Middleton: «El alma de un policía». Tras esta dosis inacabada de despertar frente al hipnotismo carcelario de este mundo, iniciamos una serie de acercamientos a diferentes figuras heterodoxas del psicoanálisis, especialmente de su primera época. Tras preguntarnos las causas de las orientaciones a menudo conservadoras del psicoanálisis, presentamos al gran revulsivo de su momento: Otto Gross, uno de los primeros discípulos de Freud y que se orientó a la necesidad de suprimir las realidades sociales nocivas que fomentan la represión de los conflictos internos. Otto Gross y su psicoanálisis libertario. próximamente os presentaremos a otros personajes curiosos de este mundo fascinante. Las secciones habituales del programa quedaron para la próxima. Me alegro de encontraros de nuevo.

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