28-03-2011
En este programa anunciamos el inicio de unas humildes tertulias literarias que haremos los últimos miércoles de cada mes en la pequeña cafetería librería de la calle Buenos Aires, 44. En su primera edición del miércoles 30 de marzo se hablará alrededor de esa escuela permanente del dolor y de la parsimonia en la exasperación y la incomprensión que fueron los campos de concentración y de exterminio en la vieja Europa. Por ello damos una especie de solemne viaje alrededor de algunas extrañezas y visiones de este asunto. Primo Levi nos acompaña en el grueso del programa, pero no con sus clásicas crónicas de su terrible peripecia concentracionaria, sino con algunos de sus poemas de su único libro de poemas editado. También oímos unas palabras sobre estos poemas de Jeanette Clarimonde. Un extraño relato semi infantil semi grotesco nos presenta al bueno de Félix Rodríguez de la Fuente liberando a Anna Frank desde el helicóptero en que viajaba en su último viaje, cuando se estrelló en las nieves de Alaska. Esther Cohen, en su «Los narradores de Auschwitz» nos da una panorámica global de lo que significó semejante atrocidad para la creación literaria posterior. Paul Steinberg, que se salvó junto a Primo Levi y que también escribió su historia, nos cuenta su visión en sus grandiosas «Crónicas del mundo oscuro». No llegamos a tiempo de leer su crónica de un combate de boxeo entre amigos internos suyos y guardianes y oficiales SS en el campo. Por fin, conocemos a Petr Ginz, quien muy joven se vio inmerso en el remolino de la debacle nazi y dejó escritos unos relatos tan tiernos y entrañables aunque demoledores como el que os leo hacia el final, «El loco Augusto». Esto y algunas otras cosas anunciaron esa pequeña velada presencial en el mundo de los vivos que haremos próximamente. Pero el tema NO está acabado EN ABSOLUTO. Quizá no en el próximo, pero en otros, seguiremos con este estigma de Occidente.
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